Escuela de Comunicación Social
Universidad del Valle

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Por Camila Ramírez

2 de noviembre de 2023



La cruz que carga Miyerlandi Torres

Son las 6 a.m. y Miyerlandi Torres camina por las calles de Buga hacia la Institución Educativa Tulio Enrique Tascón. Con la falda bien planchada y los zapatos recién embolados, Miyerlandi es una estudiante destacada, próxima a graduarse como bachiller técnico comercial. Por su desempeño en el colegio, se sabía que estaba destinada a cosas grandes. Grandes como la alcaldía de Cali, por supuesto. Tuvo que irse de su municipio para seguir la educación superior en Cali, y en 1996 egresó de la Universidad del Valle como bacterióloga y laboratorista clínica. Pero su recorrido académico estaría lejos de terminar ahí. Como ella misma dice, «más preparada que un kumis», en 2004 recibió el título de Magíster en Ciencias Básicas Médicas, igualmente en la Universidad del Valle, con Tesis Laureada. Culminó su segunda Maestría en Administración MBA, en la Universidad Icesi en el 2004 y terminó su primera especialización en Epidemiología y Salud Pública Internacional. (2000 – Universidad Libre, CES Medellín). Tiene una segunda especialización en Gerencia de Servicios de Salud y Servicios Sanitarios (2008 – Universidad Libre Seccional Cali), y finalmente, un doctorado en Salud Pública del Instituto Nacional de Salud Pública (2020). Por supuesto, tantos años de fermentación académica se reflejaron en el ciclo de debates a la alcaldía de Cali 2023. De todos los candidatos, Miyerlandi Torres parecía ser la más comprometida con hacer su tarea. Además, asistió sin falta a todos. Sin embargo, esa brillante hoja de vida e intachable tabla de notas no expían sus pecados en la ESE Centro.

Los pecados de la ESE Centro

Torres tiene más de 15 años de experiencia en el sector de la salud. Obtuvo una Certificación en Calidad bajo la norma ISO 9001:2008 de las 16 sedes de la Red de Salud Centro ESE en todos sus procesos por parte de ICONTEC. También cuenta con reconocimientos especiales por parte de la Secretaría de Salud Municipal de Cali por sus resultados en Salud Mental y Vacunación, 2010-2014; por el mejoramiento de la infraestructura hospitalaria de la Red de Salud Centro ESE; la reconstrucción de la IPS Rodeo y la remodelación de las IPS Luis H. Garcés, Hospital Primitivo Iglesias, Ramiro Guerrero y Diego Lalinde. En un universo paralelo donde todo es maravilloso y perfecto, las alumnas impecables y experimentadas como Miyerlandi Torres, jamás manejarían dudosamente los recursos públicos. Sin embargo, en esta realidad, cuando la candidata ejercía como gerente de la ESE centro, firmó el manual de contratación de la entidad, y Cuestión Pública encontró que “entre 2013 y 2019, Torres determinó el destino de al menos $10.963 millones. Estos fueron adjudicados en 558 contratos a cinco empresas (ProyectarQ SAS, Inver Retos SAS, Saluvi SAS, MG Group SAS, Proyectos MC SAS), las cuales tienen una característica particular: se constituyeron entre 2013 y 2017 -periodo en el cual Torres se encontraba ejerciendo su cargo-. Cuatro de estas empresas se relacionan financieramente entre sí y en tres de ellas figuran personas que trabajaron bajo el mando de Torres».

A pesar de dichas irregularidades, como buena política sus compañeros de trabajo de la ESE Centro aún la acompañan: José Luis Bahamón como gerente de campaña, Lina Hernández como asesora programática y tesorera de la campaña, Alejandro Cabra como Jefe de prensa, y Paula Guerrero como mano derecha de Miyerlandi, encargada del equipo programático. Pero en el afán de Torres por presentarse como una candidata independiente, no todas las relaciones son deseadas.

Los negados

Sólo hasta el 11 de octubre, faltando 18 días para las elecciones regionales, en un debate de la FM, Miyerlandi Torres confirmó el sexto grado de consanguinidad que tiene con Dilian Francisca Toro. Anteriormente Ciudad Vaga le preguntó a la candidata por la influencia de Toro en su campaña, y nos aseguró que no existía tal presencia. Aunque Miyerlandi intenta matizar la relación con su prima lejana hay algo que no se puede negar: ambas han hecho parte del sector de la salud en Cali. Esta cercanía es mucho más importante que su parentesco, pues como plantea Cuestión Pública “el poder se viste de bata blanca”. Torres llegó a la política por el mismo camino que Dilian Francisca Toro. ¿Será que la estudiante ejemplar también aprende de su prima lejana?

La figura política de Dilian no es la única que ensombrece la campaña de Miyerlandi. Ha sido nombrada dos veces por Jorge Iván Ospina para cargos públicos: Gerente de la ESE Centro y Secretaría de Salud. Debido a la impopularidad de Ospina, cada vez que a la candidata le reprochan por haber estado en su gobierno, intenta mostrarse orgullosa de su eficiente papel como Secretaria de Salud durante la pandemia. No obstante, según los datos de Cali Cómo Vamos, en el 2020 nacieron 2.155 niños con bajo peso, 63 más que en 2019.

Recursos aceptados

Aunque Miyerlandi se aleja de la política de su prima Dilian, el apoyo familiar es muy importante para ella, pues según Cuentas Claras, los $283.714.700 millones que al 18 de octubre ingresaron a la campaña de Miyerlandi Torres, provienen de su propio patrimonio y el de su familia, de créditos bancarios y donaciones o aportes de ciudadanos. De ese dinero,  gastó 227.542.713 millones. ¿Por qué Miyerlandi invertiría tanto en una campaña cuando la mayor oportunidad de ganar siempre la tuvieron Alejandro Eder y Roberto Ortiz? Su compromiso con la contienda electoral fue innegable, y parecía ser la candidata perfecta: Joven, atlética, estudiosa, lideresa y disciplinada. Fue la tercera favorita luego de que Diana Rojas se uniera a Alejandro Eder, y sin duda ha adelantó una buena campaña; aunque no se quedó con la alcaldía de Cali, la campaña le puede dar popularidad y credibilidad para lanzarse a la cámara/senado en 2026 o incluso para una futura segunda candidatura a la alcaldía.

Más de lo mismo

Para explicar su programa de gobierno “Cali Innovadora con Orden y Autoridad 2024-2027” tuvo una plataforma en la cual se mencionaba la creación de la «Gran Escuela Deportiva y Cultural de Cali, que llegará a 7.000 niños y adolescentes». Planteó crear varios centros CRE-SER, que son casas de cuidados para la primera infancia y madres cabeza de hogar; instalar 4.000 cámaras de videovigilancia que se monitorearán usando inteligencia artificial; establecer un Megacentro de Detención Transitorio con el fin de descongestionar las cárceles y las estaciones de policía; y por supuesto, no se quedó atrás con la construcción del Tren de Cercanías.

Con relación al Progreso Económico, se encuentra un subtítulo Turismo de Cali para el mundo, en donde se menciona que deseaba implementar «cuatro tipos de turismo: Salud, deportivo, cultural y gastronómico, ecoturismo». Sin embargo, ni en su página web ni el PDF de su programa -que es una especie de mapa de Cali, y en el que no hace mayor profundidad acerca de sus propuestas- explicó cómo se implementarían estas propuestas.

Además, en entrevistas hizo referencia a las escuelas de salsa en Cali ubicadas en los barrios, ya que a través de ellas consideraba que se puede recuperar el tejido social. Sobre las escuelas de expresión artística -como las llama- buscaba fortalecerlas en los territorios y que puedan contar con recursos desde la alcaldía y de orden nacional. Esa era su apuesta: bailen para que no protesten.

Firme ante las pocas probabilidades

Aunque Miyerlandi tenía un perfil diferente a los demás candidatos, siendo la más preparada y experimentada de los ocho, su plan de gobierno no se diferenciaba sustancialmente de los otros. La misma receta: empleo, industria y seguridad. “Cali Innovadora con Orden y Autoridad 2024-2027”, no proponía nada nuevo.Siempre se mantuvo firme en que la única encuesta que tomaría en cuenta es la de las calles el 29 de octubre, pues no estuvo cerca de ganar en los sondeos publicados por los medios. Para la reposición de votos que contempla la resolución 0672 del 31 de enero de 2023 del Consejo Nacional Electoral, Miyerlandi debía alcanzar el umbral del 5%. Para recuperar los 283 millones invertidos en su campaña, necesitaba obtener 102,572 mil votos, pues por cada voto el estado pagaría 2,766 pesos. Contra la adhesión de Tulio Gómez y Diana Rojas a la campaña de Alejandro Eder, y la de Dilian Francisca a Roberto Ortiz, la independencia que tanto presumió es una realidad. Sin una manada que la respalde ni grandes aliados políticos, más que independiente, se convirtió en la loba solitaria que lucha con garras y dientes para ganarse al menos un nombre en esta contienda. Así se evidenció en los resultados de las elecciones del 29 de octubre. Con apenas el 4% y 29.068 votos, Miyerlandi Torres no recuperó (por lo menos hasta ahora) esos 283 millones que costó su campaña.