Por Gabriela Paz
En lo alto de Cali, Siloé se alza como testimonio de resiliencia. Este barrio, que para muchos es solo un punto en el mapa, guarda historias de vida, lucha y dignidad. Sus habitantes enfrentan desafíos diarios, no solo por las condiciones y carencias, sino también por la mirada externa que a menudo lo margina. A pesar de ello, Siloé mantiene su esencia y su fortaleza. Entre el bullicio de la vida cotidiana, la comunidad se sostiene a través de una red invisible de solidaridad y orgullo. Los planos amplios de sus callejones y colinas invitan a adentrarse en su historia, a recorrer con calma el paisaje urbano y humano que lo caracteriza. Para quienes recorren sus empinadas calles, el tiempo adquiere otro ritmo y el mundo parece entrar en pausa. En medio de los muros coloridos y la vibrante energía, se descubre un pueblo que se abraza a su dignidad.
A través de esta serie fotográfica, buscamos ver a Siloé desde adentro. Aunque cargado de dificultades, permanece lleno de esperanza y arraigo, reconociendo así los matices de un barrio que no solo sobrevive, sino que también honra su identidad. Este viaje visual invita a recorrer la memoria de este barrio caleño y a ser testigos de su resistencia: un acto constante de amor por su comunidad y sus raíces. Aquí se revela esa lucha silenciosa, la esencia de un barrio que, lejos de doblegarse, se erige con fuerza y resiste la adversidad con esperanza. Y es en esta resistencia donde encontramos la verdadera belleza de este lugar. ¿Y usted?












